lunes, 7 de octubre de 2013

Apuntes sobre el Barça-Valladolid


El Barça doblegó 4-1 al Valladolid y alargó su racha perfecta para vivir con tranquilidad la fecha FIFA, pero lejos de considerarlo un trámite, el tácticamente hiperactivo Martino aprovechó para probar unas cosas y pulir otras. La ausencia de Messi fue fundamental porque JIM no se habría plantado igual en el Camp Nou si él jugaba: habría tomado más previsiones. Eso permitió un partido abierto y entretenido hasta que Neymar y Xavi -el interior de la Liga- dijeron basta.

El club blaugrana y su 4-3-3 son inseparables y no necesita de mayor presentación. El Valladolid colocó un 4-4-1-1 con repliegue medio. 


JIM pidió a Omar y Guerra que flotaran sobre Song y delante de los interiores para que el Barça saliera por fuera con Adriano y Alves, y éstos chocasen con Ebert y Bergdich respectivamente. La medida fue ineficaz desde que Song se incrustó entre centrales, que podían conducir y superar la primera línea de presión con facilidad y combinar con los laterales o los interiores. Xavi se adueñó de la base de la jugada, pero no permanecía ahí:  Fábregas, que fue más posicional que de costumbre, lo eyectó a la frontal.

Rossi y Baraja (el doble pivote) emparejados con Xavi y Cesc: JIM no quería que se giraran. Neymar bajaba para crear la superioridad en el mediocampo y así progresaba el juego culé, con Alexis y Tello en un uno contra uno con Peña y Rukavina (en la imagen).

Respecto al movimiento de Neymar para ayudar a los interiores, es interesante ver cómo Rueda lo persigue hasta cierto punto en la imagen de abajo. La ventaja del falso nueve es que el central no puede seguirlo hasta el fin del mundo, y eso le permite generar dicha superioridad en el mediocampo o en banda.


Hay una imagen en el segundo tiempo que ilustra perfectamente a Song entre Piqué y Bartra. Se repitiría durante prácticamente todo el partido. También se distingue al Xavi de base (contra Almería faltó ese enlace hasta la lesión de Messi) y el 4-4-1-1.  


El primer tiempo fue descontrolado y el Valladolid tuvo libertad para contragolpear, en parte por culpa del mal funcionamiento colectivo del local, en parte por la ubicación dantesca de Song. Los pucelanos se adelantaron a balón parado y Sánchez respondió rápido, pero el Barcelona produjo solo dos ocasiones claras después: una de Tello y otra de Neymar. 

Cabe destacar la oportunidad de Tello, que es el que al Tata habría complacido: un contragolpe de área a área en diez segundos y tres toques. Una oda a la verticalidad y las variantes que busca el equipo y que está dominando. De hecho, tres goles llegaron por juego directo.

El segundo tiempo fue de claro dominio local. El Barcelona, como dijo Martino, le puso más intensidad, pero el argentino también tocó algunas cosas, como la posición de Alves, que al igual que Adriano, pasó a interiorizar su posición. No significa que Alves dejara -o deje, en un futuro- de abrirse a banda y desdoblar al extremo, pero fue más común verlo cerca o detrás de Xavi, cuidándole las espaldas. En estas imágenes se puede distinguir con claridad:


El caso de Adriano es menos novedoso: es el lateral más interior de la plantilla, o el menos exterior, como quiera verse. Con Tello funciona a la perfección porque el español es eminentemente de cal, y Correia tiene libertad para juntarse a los interiores y llegar al área. Así han llegado varios de sus goles. Lo cierto es que si las lesiones lo respetan, está muy por encima de Jordi Alba. El único "pero" es que quizá Neymar necesite un lateral que le libre de dar amplitud.


El equipo en general jugó mejor la segunda parte, sometió al Valladolid y hasta Song se entonó. El tercer gol (otra oda al juego directo) desnuda una de las problemáticas del Barcelona : que deja vacío el círculo central porque el mediocentro y los interiores se lanzan a la presión. Si Alves no recuperaba ese balón, el jugador del Valladolid tenía una pradera por recorrer.

Lo siguiente al 3-1 sí fue un trámite. Martino administró su plantilla y probó a Busquets de central. Xavi tomó el balón y le contó al Valladolid el cuento de 2011, y aún hubo tiempo para que Alexis regalara un gol al segundo jugador más desequilibrante de la plantilla. No obstante, Song siguió ubicándose mal (aunque como advertí antes, mejoró). La siguiente y útlima imagen lo ilustra:


A estas alturas de la temporada, pocas conclusiones, pero sí varias pistas de lo que busca Martino. Contra el Valladolid el equipo hizo un partido muy bueno, combinando juego de elaboración con juego directo, presión (a mejorar) e intensidad (en el segundo tiempo). Se puede afirmar que el técnico argentino prefiere que los laterales azulgranas midan sus subidas, desdoblen menos a los extremos y jueguen más por dentro, y así cumplen la doble función de dar solidez a la transición defensiva y ser guardaespaldas de los interiores, especialmente de Xavi. Tan versátil es el Tata que los carrileros de su Newell's eran prácticamente extremos.

El Barcelona mejora partido a partido, incorporando variantes al modelo, y jugadores a la causa. Ahora, la prioridad es mejorar defensivamente, más allá de lo que digan los resultados y Valdés. Sadar, San Siro y el Clásico marcarán la temporada.

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