domingo, 15 de septiembre de 2013

Las gríngolas del súper campeón



Los caballos de carreras usan unos accesorios llamados gríngolas para limitar su visión a solo lo que está al frente, evitándoles distracciones. Ayer, el súper campeón pareció ponerse estos aparatos, pues corrió y corrió hacia el frente en un ida y vuelta tortuoso e irreflexivo.

El Barça ya ha dejado a Levante, Atlético dos veces, Málaga, Valencia en Mestalla y Sevilla en el camino. Resultado: liderazgo con pleno y un título. Sobre el papel, la temporada marcha viento en popa, pero para bien o para mal, el fútbol no se juega sobre el papel.

El equipo arrastra unos vicios de la coyuntura de Vilanova que Martino aspira y necesita solucionar, y por ahora retrocede un paso por cada dos que avanza. Su obsesión radica en tres factores que se interrelacionan de manera íntima: la presión, la transición defensiva y la circulación rápida de balón.

La presión inicial la está recuperando por puro ímpetu. Los incombustibles Pedro y Alexis corren como unos diablos, y hasta ahora se sumaba un Messi con voracidad renovada. ¿El problema? Que normalmente Xavi, Cesc, Sergio o Andrés no sujetan a los receptores y el rival tiene tiempo para romper líneas y girar al equipo contra Valdés. Asimismo, es evidente que Neymar y Tello están lejos de aportar lo que Rodríguez y Sánchez en esta faceta, y lo aconsejable sería que nunca jugasen juntos.

La presión tras pérdida es más complicada. Ésta no volverá a ser la infalible de 2010-11, pero está en condiciones de ser muy buena. Para ello, el equipo deberá atacar mejor, dar una circulación más rápida al balón (el tercer factor, cuya compatibilidad con este Xavi está en duda) y evidentemente, perderla más arriba, con el equipo aglutinado en campo contrario. Por supuesto, para recuperar la posesión rápidamente tras pérdida se hace imprescindible más elementos detrás del balón además de los centrales y Busquets, como un Alves interiorizado y conservador, planteamiento que por cierto, extendería su vida útil.

Solo así la transición defensiva mejorará, y por consiguiente el equipo atacará mejor. El Tata quiere un equipo que mezcle juego elaborado y juego directo según sea el caso, pero se posiciona como si fuera amo y señor del partido cuando no lo es. Lo que más daño hace al Barça es la posición adelantadísima de sus laterales, curiosamente, lo más “fácil” de corregir”, pero que se mantiene intacto desde hace más de un año. La evolución natural del equipo pasa por darle los galones a Cesc -cuya recepción entre líneas hoy previa al 2-0 fue brillante- y retrasar a Alves para que actúe de guardaespaldas en vez de extremo, y dotar al equipo de inteligencia para tener posesiones largas cuando sea necesario.

La Crónica del partido es más corta y fácil de contar. Un Barça post Fecha FIFA jugó mal (qué novedad). Líneas separadas, presión inicial muy pasiva por decisión técnica (Tello y Neymar no son el súmmum de la intensidad defensiva y Messi está mal físicamente como para correr sin balón), en consecuencia, superación de líneas fácil para un Sevilla que alternó contragolpes a espaldas de los laterales y ejercicios posicionales. No obstante, el Barça pudo sentenciar en el primer tiempo gracias a Neymar y de haber contado con un 10% de Leo, a quien le bastó eso para marcar y hacer un milagro en el 93´. El primer tiempo fue decente, pero el segundo fue horripilante, un ida y vuelta angustioso.

No seré yo quien vea catástrofes donde no las hay. El equipo tiene que mejorar, sí, pero estamos en septiembre y es normal que esto pase por el tan popular “Virus FIFA”. Lo positivo es la estela Neymar, que Iniesta ya está al 40% de su capacidad y mejora cada día, y la fiabilidad de Mascherano, MPV del partido. Lo negativo, la incapacidad del equipo para controlar el partido tras el 2-0 y el declive tan pronunciado de Xavi, que curiosamente intentó ser Fábregas y no pudo. Claudicó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario